lunes, 30 de noviembre de 2009

La Virgen nos regala momentos maravillosos


La Virgen nos regala momentos maravillosos cuando visitamos sus santuarios.
Tuve la oportunidad de visitar el Santuario de Guadalupe esta semana y hacer un rosario allí, frente a Ella.

No puedo describir la sensación que se tiene.

Y luego fui con mi esposa al Santuario de la Virgen de Schoenstatt en Querétaro, a dos horas de Ciudad de México.

Allí me concedieron el honor de hacer la misa por mi cumpleaños. Y luego el coro me cantó las mañanitas y justamente en la mañana, con guitarras y voces mexicanas a solicitud de la Hermana Lourdes, que dirige las actividades en Querétaro.

En la noche me cantaron unos mariachis de verdad, con más canciones, no sólo las mañanitas. Los mexicanos se siguen distinguiendo por su amor a la Virgen y por ser excelentes anfitriones.

La Mater me dio un hermoso e invalorable regalo.

Quiero compartirlo con mis amigos porque a veces se nos olvida lo maravillosa que es la Virgen.

Y eso no fue lo mejor, primero que eso está la sensación de plenitud espiritual que me hizo sentir, la certeza de su presencia y su preocupación por cada uno de nosotros.


Ella está a mi lado, y al tuyo también si tu lo quieres.