Y siguieron a Jesus por siempre

Me encanta el evangelio de San Mateo con los ciegos de Jericó. Dos ciegos lo sintieron pasar entre la multitud y comenzaron a gritar pidiendo ayuda.

La gente se molesto y los mando a callar, pero ellos insistieron y clamaron a Jesus que los ayudara.

Jesus se detuvo, les pregunto que deseaban y ellos le dijeron que querían ver.

El Señor sintió pena por ellos, les toco los ojos y los curo. Y los que habían estado ciegos, lo siguieron por siempre.

Allí esta lo mas importante, que Jesus sintió pena por ellos, que los curo y ellos respondieron siguiéndolo por siempre.

Tal vez tu conozcas a alguien que necesite la ayuda de Jesus, aunque el no la quiera o no sepa pedirla por si mismo.

Dile al Señor que se la de, que lo ayude en sus necesidades y cree que el se la va a dar. Entonces Jesus sentirá esa necesidad en su corazón. Lo ayudara y esa persona que tanto quieres lo seguirá por siempre.

Que es la fe

Creo, esa es la palabra clave de de la fe.
Creemos en aquello que tenemos confianza.

Creo en lo que la Biblia me enseña, porque lo Dios a través de quienes el escogió para decirlo.
Nuestro padre fundador, nos enseño que la fe es algo mas que una palabra, es una actitud, fe practica, es decir relacionada con nuestra vida y es ademas una fe practica en la divina providencia.

La fe es un regalo, es saber que Dios esta en nuestra vida y nos lleva donde el lo decidió con amor, creer en esto también es tener fe.

Y lo mas importante, la fe no es para guardarla, es para compartirla.

El milagro de los peces y panes

Los discípulos le dijeron a Jesus que enviara la gente a los lugares cercanos para que pudieran comer. El Señor les dijo: No tienen necesidad de irse, denles ustedes de comer.

Pero no creían y Jesus les demostró que la fe hace milagros.

Ese evangelio me pone a pensar que cuando deseamos creer que los milagros son posibles, contamos con una aliada maravillosa que esta al lado del Señor y siempre nos lleva a el, Maria.

Cuales son tus panes y tus peces, no lo se, pero lo que si te puedo asegurar es que si deseas que se multipliquen, y no sabes como pedírselo a Jesus, solo tienes que acercarte a la Virgen y ella te va a mostrar la manera de acercarte a su hijo y pedirle su ayuda.

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LA SEÑORA DE LOS MILAGROS

Hablar de Milagros es muy delicado, porque necesitan la aprobación de la Iglesia para ser declarados como tales.

Sin embargo, desde un punto de vista literario y de la imaginación de un autor, me puedo permitir un poco de licencia literaria para hablar de alguien que se que amo profundamente y que se que si la llamo milagrosa, no habrá una sola autoridad eclesiástica que se atreva a decirme que no es así.

Me refiero a la Virgen María, y en el Movimiento Apostólico de Schoenstatt, siempre decimos Ella obrará milagros.

Esa es la razón que me impulsó a escribir estas historias de la Virgen y los milagros que ella ha realizado en mi vida y en la de otros.

Cuando digo que la Mater, como la llamamos cariñosamente en nuestro Movimiento, ha realizado milagros en mí, a veces siento el gusanillo de la duda que carcome mi alma. porque cuando uno tiene momentos buenos, es fácil decir que los milagros están actuando en nosotros; lo difícil es decir lo mismo cuando las circunstancias no son tan propensas.

Esa es la razón que le da valor a lo que escribo, porque si en las dificultades, soy capaz de ver la presencia de la Virgen, y por lógica de Dios, quiere decir que mi fe, aunque pequeña está allí, y esa pequeña lucecita de fe, puede convertirse en una lámpara que illumine mis ojos como los de Jesús y María.

Por eso los invito a leer esta historia…

Mi propio milagro

Primero: El Principio es la Muerte

Me ocurrió en el momento menos esperado, me llegó la muerte de manera intempestiva.

Esa noche caminaba por mi casa cuando de repente escuché la voz que me dijo que subiera a aquel cuarto que había dejado de frecuentar hacia muchísimo tiempo, antes de que mi vida se convirtiera en un desastre.

Mi esposa y yo no nos estábamos llevando bien. No sé en qué forma ocurrió todo, pero sí estoy seguro que los problemas de dinero, las dificultades y las angustias nos fueron alejando. Y no hice mucho por arreglarlo; me convertí en un ermitaño y la vida se convirtió en algo vacío tanto para mi mujer como para mí, no hacíamos nada juntos, hablábamos poco y nunca salíamos, por supuesto que nuestra vida conyugal había desaparecido.

Y por esa razón, cuando se acercaba la hora de la cena, en lugar de compartir con mi familia, me hallaba deambulando por la casa como un alma en pena.

Subí pues al cuarto aquel que mencioné, que solía ser mi estudio en épocas más felices. Estaba oscuro, pero no prendí la luz, porque pude ver la brillantez azul frente a mí. No era la primera vez que eso me pasaba, había percibido ese mismo fenómeno varias veces en los últimos meses, pero hasta ahora no le había prestado mucha atención.

Entré a la habitación, caminando hacia la luz cuando de repente sentí aquel profundo y agudo dolor en mi pecho.

- ¡Ay Dos mío! – exclamé. Tenía que ser un ataque al corazón; no lo podía asegurar porque nunca había experimentado uno antes, pero sentí que caía al piso y de allí rodaba por una larga pendiente hacia la brillante luz azul mientras el lado izquierdo de mi pecho ardía con un intenso dolor; sentía mucho frio, pero extrañamente no era algo que pudiera llamar incómodo. Y aunque el cuarto estaba muy oscuro, me seguía acercando a la luz azulada. Fue entonces cuando pude verlo todo.

Es decir, fui testigo de lo que ustedes van a leer en estas páginas, con cada uno de sus detalles. Lo vi como si estuviera sobrevolando los lugares, veía los sucesos como si se tratara de una película que se estaba presentando sólo para mi único beneficio. Era como si aquello que presenciaba me estuviera ocurriendo a mí.

Les voy a relatar lo que vi y escuché. ¿Pero cómo puede ser posible? Porque aunque yo no lo supiera en ese momento, cuando fui testigo de estos acontecimientos, ya estaba muerto.

Y esa es la razón por la cual el principio de mi historia es la muerte, mi muerte.

Vi lo que relato y en el entretanto, nadie en mi casa estaba al tanto de que yo yacía muriendo, o más propiamente, ya muerto, en mi antiguo estudio.

No podía gritar pidiendo ayuda, no podía moverme, ya estaba rodeado por el frío de la brillantez de la luz azul, que casi con ternura, me llevó a otro espacio, a otro lugar y a otro tiempo.

I.- El Milagro en el pasado

1 Buscando posada

Habían estado siguiendo el oscuro camino por un largo tiempo y el hombre se notaba ansioso. Para no asustar a su esposa, trataba de mantener un semblante tranquilo y seguro de sí mismo, pero en verdad estaba muy asustado por la mujer.

Se encontraba ella en los más avanzados estados de su preñez, el bebé no tardaría en llegar, y esa era razón más que suficiente para tener al hombre muy intranquilo. Por más que lo había intentado, no había podido conseguir albergue para su esposa y para el cansado animal sobre el cual ella se transportaba, una fuerte pero cansada mula que ya mostraba signos de estar exhausta, en poco tiempo ya no podría seguir, no por desobediencia sino por falta de fuerza.

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LA EPIFANÍA NOS TRAE CAMBIOS

Es el momento en el cual los Reyes, sabios y llenos de regalos, se acercan al Señor que los espera como niño. Y aún de niño los Reyes ven en él a ese ser diferente que no trae cambios y alegrías en nuestras vidas.  Ese es Jesús.

Y Radio Alianza de Amor les entrega el primer programa del año 2013, dedicado a la Epifania.

Ahora en nuevo horario, los domingos a las 6:30 de la tarde por Radio Paz 830 AM.

Oíganlo a través de www.radioalianzadeamor.com

O en
http://www.poderato.com/gustamor/programa-de-radio-alianza-de-amor/01-06-2013-alianza-de-amor-explica-la-epifana-del-seor