Milagros de la Virgen
Voy a decir algo que
me va a tomar varios artículos explicarlo y a lo mejor muchos me reclaman que
no debo entrar en esas profundidades pero todos tenemos derecho a ser libres y
expresarnos.
Yo sí creo en los
Milagros de la Virgen. También sé que
los milagros son de Dios, pero es Ella quien los pide, y nosotros tenemos una
Alianza con la persona más cercana al Señor, de modo que ¿por qué no pedirle su
ayuda creyendo que la vamos a recibir?
Conformes
Nos hemos
acostumbrado a ser fatalistas, a aceptar lo malo como normal, a no creer que
las cosas puedan mejorar, a que la vida tiene que ser difícil y todo lo que nos
propongamos tiene que ser el resultado de un esfuerzo rayano con el
sufrimiento. Y en mi muy humilde opinión, cuando pensamos de esa manera,
estamos desdiciendo de nuestra fe.
Es amor
Porque Dios es
Padre y por lo tanto amor, como nos dijera Jesús, y es un padre que nos quiere
y está más pendiente de nosotros que de los pajaritos del cielo o de las flores
de los campos; siendo así, es imposible creer que el Creador desee vernos
sufriendo de manera permanente.
Con esto no digo
que no se presenten problemas y sufrimientos, pero que nuestra manera de
afrontarlos no debe ser conformista o pesimista, sino llena de fe.
Y Dios espera que
creamos en una solución, incluso que se la planteemos y que trabajemos por
conseguirla. Entonces, al ver nuestras acciones, decidirá darnos algo mejor
aún.
Por eso escribí
un libro que se llama
Maravillosa Maria, la Señora de los Milagros.
Seguiré hablando
de este tema, porque quiero explicar cómo he sentido a la Virgen actuar en mi
vida, con milagros extraordinarios.