sábado, 16 de junio de 2012

Tercera bienaventuranza: Serán consolados



Bienaventurados los que lloran porque ellos serán consolados.

No es grato sufrir y llorar sólo nos proporciona un alivio, pero la única manera de sobrellevar el sufrimiento es con esa promesa de Jesús, que seremos consolados.

Y el consuelo no viene de cualquiera, sino del más alto, del Rey del Universo, de aquel que todo lo puede.

Pero si es así, si Dios todo lo puede, ¿por qué permite que suframos en primer lugar? ¿No sería mas fácil quitarnos las angustias del camino?

Eso va a ocurrir, si lo crees, si tienes fe, pero Dios no te pone el sufrimiento en el camino porque desea verte pasar por dificultades; el Señor permite esas dificultades para que desarrolles esa fuerza interna, que viene de El y que te permite decir: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Filipenses 4:13); Dios es mi Salvador, confío en El y no tengo miedo (Isaias 12), No permitiré que el fuego te consuma (Oseas 11:9); El que invoque el nombre del Señor, se salvará (Romanos 10:13); Dios puede realizar mucho mas de lo que le pedimos o imaginamos (Efesios 4: 20).

Cree en la palabra de Dios y vencerás el sufrimiento.

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